Desde niños nos
enseñan la importancia de los valores para nuestro pleno desarrollo en la
sociedad y todos lo aceptamos como algo cierto, pero la interpretación y
aplicación de estos valores varía de una persona a otra.
La sociedad da por
sentado que todos los individuos conocen el significado de un valor, pero saber
la definición de este no es lo único necesario para que todos respondamos de
una manera determinada ante diferentes situaciones.
La pregunta es… ¿Cuándo estamos
frente a una Crisis de Valores?
Este sentimiento
de falta de valores nos ataca cuando vemos de manera frecuente que los
individuos que formamos parte de una sociedad, no ponemos en prácticas los
principios que se nos inculcaron desde la niñez o que se supone que deben
conocer y por el contrario exhiben un comportamiento totalmente opuesto a los
de una sociedad de valores sólidos.
Este “sentimiento”
genera una tensión en la sociedad ya que las personas comienzan a sentir que no
todos están trabajando al unísono para avanzar sino que por el contrario se está
librando una batalla campal entre dos bandos, las personas con con valores cuyo
fin es mejorar la humanidad y los anti-valores
que solo dañan y deterioran aún más la sociedad.
Hablamos de una crisis de
valores cuando el significado de esto comienza a no tener sentido alguno ni
aplicación dentro de la sociedad y como consecuencia esto trae todo tipo de conducta errática tales como: vandalismos, intolerancia, xenofobia, deshonestidad y el irrespeto entre muchos otros anti-valores más.
Campaña sin sentido
Se ha vuelto una moda hablar de valores, pero en la
mayoría de los casos estas campañas solo son palabras que no llegan a nadie, queda
en solo intenciones o peor aún es cuando aquellos que lo proclaman no lo
practican y no dan el ejemplo. La sociedad actual no cuenta con una suficiente
orientación para poder comprender lo vital que son los valores y la importancia
de su aplicación en el cotidiano vivir.
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